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15 DE AGOSTO DE 2024 | EVALUACIÓN Y PREVENCIÓN

Adicciones tecnológicas en la adolescencia

Los dos principales inconvenientes asociados al uso de las TIC son el daño que podemos hacer a los demás a través del ciberacoso, o a nosotros mismos cuando las tecnologías atentan contra nuestra libertad. Hablamos en este último caso de las adicciones tecnológicas.

Por Mariano Chóliz Montañés
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Las tecnologías de la información y la comunicación (TIC) son una de las señas de identidad de los tiempos actuales. Han supuesto una revolución en la transmisión de la información de tal magnitud que probablemente marquen un hito histórico en la organización y funcionamiento de la sociedad. Las ventajas que proporcionan la electrónica e informática, especialmente a través de Internet, son enormes y sin duda favorecen la calidad de vida. En lo que se refiere a los maestros, Internet ha mejorado de forma espectacular el acceso al conocimiento y las herramientas informáticas son actualmente indispensables en el aula; por lo que respecta a los padres, la comunicación familiar sin duda se puede beneficiar mediante los sistemas de mensajería instantánea y otros instrumentos que la tecnología pone a nuestra disposición si los utilizamos de
forma inteligente.

Dicho queda esto para destacar que no estamos en contra de la utilización de las TIC o que abogamos por restringirlas exclusivamente al ámbito profesional. Las TIC llegaron no solamente para quedarse, sino para ocupar un papel fundamental en los ciudadanos de esta aldea global que es nuestra sociedad actual. Pero lo que es
indudable es que las mismas ventajas que aportan las TIC (rapidez en la transmisión de la información, disponibilidad en cualquier momento o situación, acceso a una cantidad ingente de contenidos, etcétera) son las que hacen que puedan llegar a ser enormemente perjudiciales cuando se hace un uso inapropiado de estas herramientas.
Los dos principales inconvenientes asociados al uso de las TIC son el daño que podemos hacer a los demás a través del ciberacoso o a nosotros mismos cuando las tecnologías atentan contra nuestra libertad.
Llegados a este punto conviene destacar que cuando hablamos de TIC en este contexto nos referimos al móvil, videojuegos y redes sociales. Aunque todas ellas existen antes de la aparición de Internet, el desarrollo y ubicuidad de la Red en todos los aspectos de la vida, así como la relevancia que tiene en estas herramientas, las ha convertido en centrales para los adolescentes. En este caso es preciso matizar que, si bien el concepto de red social es anterior al de Internet, el hecho de que las actuales comunidades virtuales (Facebook, Twitter, Instagram, etc.) no puedan existir fuera de Internet y sean un producto de la propia Red, hace que cuando nos referimos a la “adicción a Internet”, habitualmente tiene que ver más específicamente
con el problema de dependencia que se tiene de las redes sociales.

Las TIC no solamente son herramientas fundamentales en las sociedades actuales, sino que son esenciales para los adolescentes. Y ello porque se trata de herramientas que resultan especialmente atractivas para los adolescentes, además de que cumplen una serie de funciones particularmente relevantes en esta etapa del desarrollo, a saber:
Necesidad de autonomía. El adolescente busca independencia y autonomía de sus padres, y las TIC, en sus diferentes funciones, son herramientas que satisfacen esta necesidad.

Búsqueda de la propia identidad. Los adolescentes están en búsqueda constante de su propia identidad. Mediante las TIC, el adolescente puede crearse una identidad propia en una red social o un videojuego, en los cuales desarrolla habilidades o plasma sus inquietudes.

Incremento de las relaciones interpersonales. Cualquiera de las tres tecnologías resultan fascinantes al adolescente en la medida en que posibilitan, facilitan y amplían la relación con otras personas con independencia de la presencia física. Además, la comunicación puede ser mucho más eficiente, permitiendo una comunicación –a pesar de la distancia– continua y atemporal. Dicha comunicación puede ejercerse de forma privada o desarrollarse en red. El grupo de amigos, tan importante en la formación de la identidad del adolescente, puede ejercer un efecto decisivo a través de las TIC.

Expresión de emociones. Los adolescentes están orientados hacia la búsqueda de los propios límites. Las TIC no solamente permiten la realización de actividades a través de videojuegos (sobre todo con el desarrollo de la realidad virtual), sino que las redes sociales y el móvil también favorecen la organización de eventos y actividades de forma rápida y eficaz. Las posibilidades que ofrecen las distintas herramientas tecnológicas encajan con el deseo de búsqueda de sensaciones, de experimentación y de desinhibición de los adolescentes. Son medios a través de los cuales pueden (y tienden a) expresarse de forma más abierta, rápida y con menor cautela.

Disfrute y entretenimiento. Las TIC también son una de las principales formas de ocio y disfrute que tienen los adolescentes en la sociedad actual. Con un ordenador o dispositivo móvil con conexión a la Red podemos escuchar música o la radio, ver películas, dibujar, ver fotos y retocarlas, leer la prensa, jugar al ajedrez, jugar a videojuegos online y, prácticamente, cualquier cosa que se nos ocurra. La propia utilización de la red social es ya de por sí entretenida y los sistemas de mensajería instantánea se han convertido en la forma más común de compartir experiencias emocionales.

Relaciones afectivas. Si algo caracteriza también a la adolescencia es el establecimiento de las primeras relaciones íntimas y amorosas. Las TIC proporcionan un medio propicio para la interacción, que resulta especialmente útil para los jóvenes tímidos o con baja confianza en sí mismos, ya que pueden llegar a realizar acciones que no llevarían a cabo en las relaciones cara a cara. Vulnerabilidad en la adolescencia a las adicciones La adolescencia es un periodo caracterizado por cambios en las distintas facetas de la vida y supone el paso gradual de la infancia a la adultez. En esta etapa del desarrollo se produce una búsqueda de la identidad que, habitualmente, se asocia a una progresiva independencia del grupo familiar y a una creciente influencia del grupo de iguales, haciendo de la adolescencia un periodo crítico en lo que se refiere a las conductas de riesgo en general y, concretamente, al uso de sustancias y al riesgo de desarrollar otras conductas adictivas. Se trata también de una de las etapas más relevantes en el desarrollo de la personalidad y, muy especialmente, del desarrollo cerebral. Existen determinadas zonas cerebrales que todavía no han alcanzado la madurez en la adolescencia, y que continúan desarrollándose hasta la tercera década de la vida. Es el caso de la corteza prefrontal, que tiene un importante papel como soporte de la función ejecutiva y de la autorregulación de la conducta. Así pues, es razonable pensar en una relación causal entre estos procesos de desarrollo cerebral y muchos de los comportamientos propios de la adolescencia, como las conductas de asunción de riesgos y de búsqueda de sensaciones. Los adolescentes, en comparación con los adultos, se caracterizan por los siguientes comportamientos y capacidades: aprendizaje rápido; sensación más extrema de placer, excitación o recompensa; sensación más extrema de frustración cuando las cosas no salen como esperan; mayor capacidad de motivación por las cosas que les atraen pero, por el contrario, apatía o aburrimiento por aquello que menos les gusta; menor capacidad de juicio y de consideración de las consecuencias de sus actos; y menor destreza para planificar y organizar. A su vez, las actividades sobre las que muestran mayor preferencia o interés son las siguientes: las relaciones sociales, la sexualidad, la novedad, las actividades que producen una alta excitación a niveles bajos de esfuerzo, la actividad física y las actividades que producen sensaciones fuertes. Todas estas características pueden explicar tanto la impulsividad como la búsqueda de nuevas sensaciones propias de los adolescentes, las cuales son las responsables de que lleven a cabo conductas de alto riesgo, sobre todo por la falta de consideración de las consecuencias. Todo ello hace que durante la adolescencia se produzca una clara vulnerabilidad para las adicciones, tanto en lo que se refiere a las químicas como a las comportamentales.

La adicción de los adolescentes a las tecnologías
A pesar de que el concepto de adicción tecnológica está muy extendido no sólo en ámbitos sociales y clínicos sino también científicos, todavía no aparece como tal categoría diagnóstica en el apartado: “Trastornos por el uso de sustancias y otros trastornos adictivos” del DSM-5. No obstante, lo que sí parece claro es que a medida que se desarrollan las TIC, pero especialmente conforme se incentiva su consumo y aumenta la disponibilidad de las mismas, algunas personas llegan a desarrollar problemas con una sintomatología similar a la de los trastornos adictivos. Podemos caracterizar a la adicción como un problema psicológico en el que concurren varios síntomas característicos que lo singularizan de otros problemas, trastornos psicológicos o psiquiátricos.