Kelly (R. Iacub: “Erótica y vejez”) encontró sin embargo que la vida sexual de los mayores con una elección de objeto homosexual está, en gran parte de los casos, suficientemente satisfecha y halló que la pérdida de la pareja era la causa más habitual de disminución de las relaciones.
Otros autores como Blando (J. Blando: “Twice hidden: Older gay and lesbian couples, friends, and intimacy in generations” , Journal of the american Society of Aging, 2001) observaron que la tipología de las dificultades sexuales de la comunidad masculina mayor no se diferenciaba tanto respecto a homo u heterosexuales.
Quam & Whitford (1992) sostienen que la generación actual de mayores gays siente que hoy, más allá de la homofobia aún en vigencia, existe mayor libertad.
Ellos tuvieron que hacer su “coming out of closet” (presentarse públicamente como gays) con un gran costo familiar y a veces profesional.
Es por eso que en otros estudios similares se concluye que haber atravesado por estas crisis facilita la capacidad de afrontar discriminaciones y nuevas crisis ligadas a la construcción social de la imágen del “viejo”.
Friend (R. Friend: “gayging: adjustement and the older gay male” in Alternative lifestyle) investiga el envejecimiento exitoso relacionándolo con su compromiso con la comunidad gay y describe tres grupos:
a) afirmativos: consideran la elección homosexual como positiva, se adaptan bien al envejecimiento y son equilibrados psicológicamente.-
b) estereotípicos: opuestos a los anteriores, han internalizado la homofobia y sufren frecuentes crisis depresivas, soledad y alienación.-
c) los passing (de paso): aquellos que aún creen que sería mejor no ser homosexual aún aceptando ciertos aspectos de la homosexualidad.-
La conclusión es clara: el problema no es ser “viejo” ni “gay”, sino la pérdida de parte de la identidad que supone el no aceptar o ser aceptado. Es posible advertir que dentro de la cultura gay, pensada como producto de intercambios simbólicos, se crean recursos basados en “políticas de amistad y pertenencia” (nuevamente la importancia de las redes sociales) en grado mayor que en la comunidad “heterosexual”.
Entre los factores que más se repiten como exitosos aparece la fidelidad emocional más que sexual y la flexibilidad en términos de roles sexuales y en las actividades cotidianas.
Un aspecto particular es aquel que se refiere a las personas que eligen un objeto de amor de su mismo sexo a edades avanzadas, después de haber sido heterosexual la mayor parte de su vida: esta situación se da más en mujeres que en hombres.
Concluyendo, el envejecimiento de la población gay presenta características que aparecen sistemáticamente negadas a la hora de establecer líneas de intervención y atención socio sanitaria. Resulta especialmente notoria la recurrencia de la importancia de pertenencia a la comunidad como factor protector de trastornos psicológicos asociados a depresiones y disengagment (desapego), sumamente comunes en la población heterosexual sobre todo la femenina.