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9 DE SEPTIEMBRE DE 2024 | HISTORIA DE LA PSICOLOGÍA CHILENA

Psicología en la universidad de Chile

El presente artículo se encarga de analizar algunos hitos, así como el desarrollo de la carrera de Psicología en Chile a partir del año 1947 (el primer programa de pregrado en Latinoamérica), y los vaivenes ligados a la Reforma Universitaria de 1968, el Golpe de Estado de 1973, las reformas privatizadoras de la Educación Superior en la década de los '80, finalizando la presente revisión con el término de la dictadura.

Por Sebastián Ligüeño Espinoza; Diego Parra Moreno
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En los últimos años se advierte un incipiente aumento de los estudios históricos de la Psicología en Chile. Sin embargo, no han dejado de ser intentos aislados, que impiden un análisis retrospectivo, así como también de mirada de contexto hacia el futuro6. Éste síntoma particular de la Psicología chilena se hace también extensivo a la Historia de la Psicología en la Universidad de Chile. Por tal motivo, nuestro interés consiste en documentar el desarrollo de la Psicología. En cierto sentido, el estudio de la Historia de la Psicología en la Universidad de Chile puede tener una doble función: primero, como la más antigua institución que acogió a la Psicología como disciplina ayuda a examinar longitudinalmente la Historia de ésta a nivel nacional en general; en segundo término, debido a su inserción en una universidad pública, estatal y laica presenta la particularidad de tener una relación más estrecha con el contexto nacional.

El marco conceptual utilizado corresponde a un análisis institucional. En este sentido, se recoge lo planteado por Vezzetti (1996), que sería posible abordar la Historia desde el ámbito más académico y, también, desde su dimensión institucional. De esta forma, asumiendo el riesgo que puede implicar dejar al margen las teorías psicológicas, creemos que es un abordaje que permite situar mejor su desarrollo y, especialmente, estudiar aquello que le sería más propiamente genuino, es decir, los vaivenes que ésta enfrenta en nuestra realidad histórica y social.

En el presente artículo procedimos a la investigación de fuentes bibliográficas que conciernan directa o indirectamente a la Psicología en la Universidad de Chile: libros, revistas, documentos oficiales, revisión de actas, documentos referentes a la disciplina de los docentes de la carrera de Psicología, entre otros que en su momento se consideren pertinentes. Además, con el objeto de rescatar lo emergente no documentado, se realizaron entrevistas a Psicólogos que han tenido vinculación con la carrera de Psicología en el período 1947-1992, sea en calidad de estudiante, académico y/o directores de Departamento. Cabe señalar que se ha optado por presentar los hallazgos, incluido análisis de las entrevistas, a manera de narración.
En los inicios de la década del 60’, posterior a la jefatura de Egidio Orellana, es elegido Manuel Poblete Badal, el primer psicólogo director de la Escuela de Psicología, integrante de la generación del segundo año del curso especial. Él toma en consideración las ideas propuestas en las Primeras Jornadas de Psicología y, después de varias gestiones administrativas, el 1 de Enero de 1961 en el Decreto Nº 994 del Ministerio de Educación, según señalan Díaz et al (1967), se crea la Escuela Psicología de la Facultad de Filosofía y Educación, que comienza a operar en Marzo del mismo año. Esto de algún modo reafirma la noción de Carrera de Psicología en el ámbito académico y profesional.

En aquel tiempo, específicamente en el año 1963, se publican los “Archivos del Instituto Central de Psicología”. Esta publicación se presenta como continuación de los Archivos de 1944 y presenta los siguientes ejes temáticos: Historia de la Psicología en Chile, Tests Psicológicos, Psicopedagogía, Criminología, Psicobiología, Selección de Personal. Dos años después se publicó la tercera serie de los Archivos, la cual incluía artículos con temáticas similares a los anteriores.

El examen de admisión en esta época fue un punto especialmente conflictivo. Según relata Poblete (comunicación personal, 9 de julio de 2007), hubo cuestionamientos acerca de la pertinencia de estas pruebas, argumentando explicaciones de índole discriminatorio. Sin embargo, la defensa que hacía la Escuela de Psicología respondía a criterios preferentemente relacionados a descartar patologías graves en el orden de la salud mental. Estos conflictos se agudizaron, provocando que en abril de 1964 (además de otros motivos) la renuncia de la dirección de Manuel Poblete y asume por designación, según el Decreto Nº 2621 del 3 de Julio de 1964 (Anales de la Universidad de Chile, 1964), el Dr. Gustavo Vila Aliaga. Diversos entrevistados han señalado que este director fue muy resistido por los estudiantes y psicólogos de ese entonces debido, principalmente, a su noción paramédica de la Psicología.

Los cambios en la disciplina a nivel internacional ejercieron una influencia en la Psicología en Chile y, por tanto, la carrera de la Universidad de Chile no podía quedar al margen. Es así como en el Decreto Nº 3633 del 2 de Julio de 1965 (UCH, 1965) se señalan modificaciones en el Plan de Estudios de Psicología agregando la Cátedra de Técnicas Psicológicas del Tratamiento, sumando también, otro curso de Psicología Evolutiva en cuarto año. Es precisamente este plan que por primera vez tiene un plantel docente de primer a quinto año propiamente de la Escuela.

En 1966 se realizan las III Jornadas de Psicología, nuevamente organizadas por los estudiantes de la carrera, quienes vuelven a colocar en el tapete los problemas de la administración y la docencia, dado el poco avance que se avizoraba. Asimismo, las dificultades de poner en pie las Cátedras de Técnicas Psicologías de Tratamiento y Psicología Experimental, el descontento con el examen de idoneidad personal (examen de admisión), la falta de cohesión en la administración y la deficiencia del presupuesto, son problemas detectados en este encuentro. Como estos problemas persistieron, se desata un gran movimiento estudiantil que genera la renuncia del Dr. Gustavo Vila en Octubre de 1967 (Díaz et al., 1967).

Cabe destacar que, además de la tensión suscitada entre psicólogos y psiquiatras en esos tiempos, existía una pugna de poder en la Universidad entre los docentes que no eran psicólogos12, y que hacían clases de Psicología, y profesores titulados en Psicología. Dicha tensión se vio agudizada aun más durante el proceso de Reforma Universitaria.

El Proceso de la Reforma Universitaria: El Departamento de Psicología

Con la renuncia del Director Vila, motivada tanto por la reacción de los estudiantes como de algunos académicos, se designa como nuevo Director de la Escuela al Psicólogo y Profesor Luis Soto Becerra, señalado en el Decreto Nº 11482 de 1967, profesor del Instituto Central de Psicología. Su mandato coincide con el proceso de Reforma Universitaria, en el cual fue fundamental en su génesis la Facultad de Filosofía y Educación (a la cual se encontraba ligada Psicología), que había manifestado, entre otros puntos, su disconformidad con el carácter rígidamente jerárquico, imposibilitando la participación, así como evidenciando los problemas de su crecimiento, al ser ésta la Facultad más grande de la Universidad (Agüero, 1985). Éste proceso fue extenso y, simultáneamente, enriquecedor para la Universidad de Chile, puesto que se discutió el rol de la Educación Superior. Los efectos de estas transformaciones se comenzaron a manifestar prematuramente. En particular, en la Facultad de Filosofía y Educación ocurrió el proceso de la “Departamentalización”. Esto significó que, los diversos espacios institucionales que ocupaba la Psicología en la Universidad, se agruparan en lo que se constituyó como el Departamento de Psicología de la Sede Oriente (Cifuentes, Soto, y Descouvières, C., 1990).

Mientras tanto, el proceso democrático vivido en la Universidad en general, se reflejó durante la dirección de Luis Soto, ya que se instituyeron espacios de participación, discusión e instancias resolutivas de carácter triestamental en la Facultad de Filosofía y Educación (Diario El Siglo, 1967; en Anales de la Universidad de Chile, 1968), como el Claustro Pleno y la Asamblea Normativa. Al mismo tiempo, se llevó a cabo otras formas de co-gobierno en el Departamento, que consistía en dos Consejos de igual poder de injerencia: Consejo Asesor y Consejo Ejecutivo. Esto posibilitó, por otra parte, que se acordara limitar el tiempo de los cargos de directores del Departamento a dos años (Cifuentes et al., 1990). Al término del 1969, se elige al Psicólogo Carlos Descouvières, que comienza como Director a principios de 1970 y que será reelecto más tarde. Cabe señalar que el contexto sociopolítico de ese entonces, materializada con la llegada de Salvador Allende al poder Ejecutivo, propició un acentuamiento del compromiso social en la Carrera de Psicología de la Universidad de Chile.

Durante estos tres mandatos, según Cifuentes et al. (1990) los principales hechos que se llevaron a cabo en sus períodos, en cuanto al formación de las/os psicólogas/os fueron: las cátedras colegiadas pluripersonales, el sistema de créditos semestrales, la recarga horaria, los exámenes finales formales, la formación integral del estudiante, la publicación de programas de cursos, la admisión semestral y el perfeccionamiento de los egresados. Incluso, Soto (comunicación personal, 11 de julio de 2007) distingue que la Carrera de Psicología de la Universidad de Chile, sino fue la primera, fue una de las mejores Carreras de Psicología en Latinoamérica.

En el plano de la investigación, en 1972 aparece una publicación ya editada por el Departamento de Psicología, llamada “Cuadernos de Psicología”, de la cual sólo se alcanzó a editar el primer número. Esta revista, más breve que los Archivos de Psicología publicados por el Instituto, incluía investigaciones con orientaciones claramente atingentes al contexto sociopolítico, como la “Comparación de la Evolución de los Conceptos Morales entre Escolares Proletarios y Burgueses”, de Isabel Tarky y Nicha Bronfman (1972), que seguía la línea de un trabajo anterior publicado por los “Archivos” de 1965. Otras investigaciones destacables de resaltar lo representan una evaluación completa llevada a cabo por Juana Anguita y Sonia Godoy (1972) al Sistema Tutorial implementado por el Departamento de Psicología, con datos relevantes como antecedentes socioeconómicos, estructura familiar, y otros claramente de índole más psicológica, como la indagación acerca de los intereses profesionales de los estudiantes de la carrera.

La agitación política acontecida en Chile durante la Unidad Popular motivó a que los estudiantes y académicos se involucraran aún más en procesos de reflexión y construcción de la misma disciplina, y por otro lado, significó una agudización de las diferencias entre quienes pertenecían a los partidos y movimientos de la coalición gobernante y quienes no adscribían a ningún partido político. De esta manera, la expansión y el desarrollo de la Psicología, en particular, y de las Ciencias Sociales, en general, experimentaron la arremetida del Golpe de Estado el 11 de Septiembre de 1973.
Una vez sucedido el Golpe de Estado del año 1973, la carrera de Psicología de la Universidad de Chile es clausurada temporalmente, al igual que otras carreras pertenecientes a la institución. Respecto del plantel docente, según relatan algunos profesores de ese tiempo como Soto (comunicación personal, 11 de julio de 2007) y Reyes (comunicación personal, 20 de julio de 2007), los académicos, directores y adeptos al gobierno anterior fueron expulsados de la carrera. Como ejemplo, se pueden mencionar los propios casos de los directores Luis Soto Becerra y Carlos Descouvières.

Al año siguiente, la carrera de Psicología retoma nuevamente sus funciones. La intervención militar, por otra parte, generó muchas transformaciones en lo que se refiere a la carrera tanto a nivel estructural como en un clima de persecución permanente. Lira (2006) afirma que en aquel tiempo el ministro de Educación anunciaba la “depuración” de algunas universidades, lo que implicaba, además del despido de los funcionarios, la intimidación directa de los docentes, arrestos sin orden de detención, torturas, expulsión de estudiantes, entre otras medidas; de tal manera, la anunciada eliminación de los “elementos indeseables”, denominación que implicaba en la práctica que se instalara un sentimiento de desconfianza generalizada y de sometimiento

Al interior del Departamento de Psicología, en el ámbito administrativo, se produce la pérdida definitiva del Instituto (Muñoz, 2007, Entrevista Personal) lo que implica, en los hechos, que la Psicología en la Universidad de Chile asume un rol preferentemente docente. Por otra parte, la asunción del nuevo director de la carrera de Psicología correspondió al psicólogo Luis León Melo, quien inicia la designación no democrática de los directores, la cual perdurará durante todo el período dictatorial.

Básicamente, hasta este período, no existe registro de mayor actividad en el Departamento de Psicología, hasta la asunción de Moisés Aracena. A juzgar por lo declarado por la mayoría de los entrevistados como Palma (comunicación personal, XX julio de 2007), Reyes (comunicación personal, 20 de julio de 2007), Rojas (comunicación personal XX de 2007), Muñoz (comunicación personal, XX de julio de 2007) Droguett (comunicación personal, 24 de julio de 2007) y Poblete (comunicación personal, 9 de julio de 2007), Aracena constituyó uno de los personajes más controvertidos durante este período. En este sentido, Palma (comunicación personal, XX julio de 2007), Reyes (comunicación personal, 20 de julio de 2007) y Rojas (comunicación personal XX de 2007) destacan el carácter persecutorio y abiertamente hostil de este director. En cambio, otros como Muñoz (comunicación personal, XX de julio de 2007) y Droguett (comunicación personal, 24 de julio de 2007) reconociendo un carácter conflictivo, destacan la labor administrativa cumplida por él en el Departamento.

Hacia fines del año 1980, y en consonancia con las políticas neoliberales implantadas principalmente en esa década, se promulga el Decreto con Fuerza de Ley N° 1 referido a la posibilidad de que los planteles universitarios tengan autonomía académica, lo que según el artículo 4 implica la “potestad de la universidad para que por sí misma la forma como se cumplan sus funciones de docencia, investigación y extensión y la fijación de sus planes y programas de estudio” (DFL-1, p. 2).

La transformación general implementada por las reformas neoliberales en Educación produjo diversas consecuencias para los programas de Psicología. Al decir de algunos, implicó que, por un lado, la Psicología, cuyos cultores lucharon para abrirse campo, se le diera un reconocimiento como carrera profesional solamente impartida por universidades, según destaca Muñoz (comunicación personal, de julio de 2007).

Sin embargo, es de resaltar en líneas generales el impacto negativo de estas reformas. El efecto más inmediato, y apreciable hasta la fecha, es que la carrera de Psicología, al no disponer de mayores exigencias para su implementación, pudieren ser impartidos por cualquier universidad, (las cuales, con la facilidad de constitución que la ley permite, han proliferado) lo que ha hecho que, de las dos carreras existentes hasta el año 1981, se llegue a la cifra de 130 programas para el año 2006 (Consejo Superior de Educación, 2006).

En concreto, la creación de las nuevas carreras de Psicología comenzadas por la Universidad Gabriela Mistral, Universidad Central y Universidad Diego Portales, implicó que el Departamento de Psicología ejerciera una función examinadora ante estos nuevos programas y contribuyera a la obtención de la autonomía de éstas (Muñoz, comunicación personal, XX de julio de 2007; Droguett, comunicación personal, 24 de julio de 2007).

Históricamente, la Escuela y posterior Departamento de Psicología dependió siempre de la Facultad de Filosofía, que en el transcurso de los años recibió diferentes denominaciones: Facultad de Filosofía y Educación, Facultad de Ciencias Humanas, Facultad de Filosofía, Humanidades y Educación. Pero en 1988 se crea la Facultad de Ciencias Sociales, de la cual Psicología formaría parte (Anales de la Universidad de Chile, 1988).

Respecto de los criterios de admisión, posterior al Golpe, éstos no se siguieron realizando en el Departamento, aunque existían de manera latente criterios de admisión que discriminaban a estudiantes que tuviesen aspectos tales como: discapacidad física, epilepsia y homosexualidad (Palma, comunicación personal, Julio de 2007; Rojas, comunicación personal, Julio de 2007). Más tarde, se retoman las pruebas de aplicación psicológica, pero manteniendo los criterios discriminatorios mencionados.

Una de las consideraciones que se deben hacer cuando nos referimos a la Psicología en Chile, es que ésta no se inicia cuando se crea la carrera de Psicología. En efecto, la Psicología como disciplina formal tiene más de 100 años de tradición, si es que se considera como hito la importación de docentes alemanes entrenados con Wundt, que se instalan en el Instituto Pedagógico de la Universidad de Chile. Sin embargo, y siguiendo lo planteado por Toro y Villegas (2001), más importante es comprender los procesos que están ligados al desarrollo de la Psicología, más que simplemente acentuar hitos, como lo ha hecho la historia tradicional. De todas formas, también es cierto que el mito de la fundación, - como ha sido definido en otro contexto por Vezzetti (1996) y Klappenbach (2006) al respecto de las tradiciones historiográficas - proporcionan a quienes los recuerdan un sentimiento de unidad, que creemos es necesario que existan, aún cuando en muchos casos puedan ser imprecisos.

Autores: Sebastián Ligüeño Espinoza; Diego Parra Moreno. Universidad de Chile