-¿Qué es la familia para usted?
-Una familia es una organización que se produce en un intercambio abierto y se ancla en un sistema de creencias. Por tratarse de una institución es sensible a los cambios socio-culturales; cambios que alteran su composición y su dinámica. Pero, cabe aclarar que más allá de esas transformaciones su papel es el mismo de siempre, se ocupa de transmitir la cultura y tiene por función la constitución subjetiva del infante que sólo tendrá lugar si existe un deseo genuino de ser padres, un deseo no anónimo y singular como decía Lacan en Dos notas sobre el niño.
El modelo patriarcal asocia a la familia y al género con un conjunto de relaciones instituidas. En este modelo el padre es el jefe del hogar y la madre es la cuidadora de los hijos, de los ancianos y del hogar. Actualmente, este modelo, convive con una multiplicidad de formas de familias impensadas años atrás. Diversidad familiar que se hace cada vez más visible.
Hoy en día una mujer sola que elige ser madre puede recurrir a la donación de gametos masculinos e incluso a la donación de gametos femeninos si le resulta imposible tener hijos con sus propios óvulos, lo mismo sucede con un hombre solo que decide ser padre, él puede recurrir a la ovodonación y a la gestación por sustitución. Estas elecciones ponen en jaque al constructo de familia monoparental que se desprende del concepto de familia nuclear ya que en este caso es la mujer o el hombre quien decide ser madre o padre solteros por elección y no los avatares de la vida que lo obligan a hacerse cargo de la responsabilidad parental en soledad. También coexisten con este modelo tradicional de familia las familias homoafectivas se trata de dos hombres que se eligen para formar una familia y pueden acceder a la paternidad mediante la gestación por sustitución y la donación de óvulos o dos mujeres que se eligen para ser madres y pueden serlo mediante la donación de gametos masculinos. Antes una mujer sin útero o que le ganó la batalla a un cáncer que le impidió ser madre no podía pensar en serlo si no era mediante la adopción, hoy en día tiene la posibilidad de lograrlo mediante la gestación por sustitución.
-¿Cómo caracterizaría a las familias en la actualidad?
-Hoy en día tenemos familias tradicionales (mamá y papá) formadas mediante la donación de gametos (óvulos y/o espermatozoides), familias formadas por la gestación por sustitución en las que participa una mujer externa a la pareja y, a veces, también donantes de gametos y antes la sangre, los genes, la gestación eran los testigos de la filiación. De hecho hay que re pensar ciertas categorías de análisis ¿Qué es un padre? ¿Qué es una madre? ¿Qué es una familia? y tener claro que lo que importa es la función de la familia y quién o quienes cumplen las funciones parentales, funciones que van más allá del género. Las familias actuales siguen siendo familia, sólo cambia su estructura, el modo en que cada una se constituye. En todo este entramado lo importante es el lugar que ocupará el niño por nacer y no el género de sus progenitores o el modelo de familia que elijan para tenerlo.
-¿Cuál es abordaje psi en los casos de TRHA?
-Una familia es una familia, no importa cómo se constituye. El abordaje terapéutico no debería cambiar. Es posible trabajar con los niños, con los padres o con ambos, esto depende de la singularidad del caso. En este punto es lo mismo que con una familia constituida de forma natural.
Sin embargo, esto no exime al profesional psicólogo de su responsabilidad profesional de tener una formación interdisciplinaria, es absolutamente necesario que el profesional de la psicología que se dedique al ámbito de las TRHA adquiera las competencias necesarias para hacerlo.
Si el profesional de la psicología no tiene realmente claro que en el ámbito de las TRHA se disocian el elemento genético, del elemento volitivo y del elemento biológico corre el riesgo de realizar intervenciones nefastas. No hay que olvidarse que somos hijos de una cultura que asocia a la paternidad con el ADN, los genes (elemento genético) y a la maternidad con la gestación (elemento biológico) pero al mismo tiempo las TRHA posibilitan que una mujer externa al proyecto parental geste al bebé de una pareja y lo entregue en el momento del nacimiento a sus padres, los que tienen la voluntad procreacional (elemento volitivo) o que una pareja heterosexual recurra a la donación de espermatozoides, óvulos o embriones para tener hijos. Esto influye negativamente en las persona/pareja que recurre a las TRHA. Las fantasías, los miedos, la inseguridad, la ansiedad, el estrés que esto produce requiere de un espacio terapéutico apropiado y de un profesional que no desconozca todo esto. No aportar los gametos, no poder llevar el embarazo a delante, elegir ser madre soltera por elección o padre soltero por elección no es sin consecuencias subjetivas “¿Cómo le voy a contar a mi hijx el modo en que fue concebido?” “Tengo miedo que no me quiera porque no le di un padre o una madre” “¿Si mi hijx quiere conocer al donante?” “Qué lugar tendrá el donante para mi hijx? son algunos de los interrogantes y temores más comunes en estos casos; si el psicólogo no tiene claro que el donante es un donante y que eso no lo hace ni lo hará padre porque madre/padre es quien tiene su voluntad procreacional o dicho de otra forma más simple, es quién ofrece los cuidados, quién da amor, pone límites, está presente cuando se lo necesita, etc.; que un donante, en cambio, es eso un donante de una célula que dará origen a otro ser, es quien tiene la voluntad de donar esa célula y en el caso de la gestación por sustitución, técnica controvertida si las hay, una gestante es una mujer que sólo tiene la voluntad de gestar y, por lo tanto, en ningún caso tiene la voluntad procreacional (quiere tener hijos) ¿Cómo podrá acompañar y asesorar a las personas que así lo necesitan? ¿Cómo podrá promover un espacio de construcción narrativa para que los padres puedan contarle el origen al niñx nacido por TRHA? Los usuarios de las técnicas se dan cuenta cuando el profesional psicólogo desconoce estas cosas, ellos buscan que quien los acompañe a procesar todo este proceso que atraviesan estén preparados para hacerlo.
No hay que olvidar que no siempre estamos hablando de un tratamiento terapéutico, muchas veces en este ámbito los usuarios llegan al consultorio con preguntas concretas que hay que saber responder, con objetivos claros que quieren cumplir y solos no pueden y cuando ya lograron el embarazo la preocupación suele centrarse en el gran interrogante ¿cómo le cuento a mí hijx el modo en que fue concebido?
-¿Cómo influye la subjetividad de la época?
-La subjetividad de la época influye en la constitución familiar porque las mujeres y los hombres deciden postergar la maternidad/paternidad para dedicarse a disfrutar de otras cosas. Esto hace que muchas mujeres que desean ser madres luego de los 35 años se vean obligadas a recurrir a la donación de óvulos, por ejemplo. Antes esto no era aceptado como tampoco era aceptado el matrimonio igualitario y mucho menos que dos personas del mismo sexo quieran y puedan tener hijos, hoy en día la orientación sexual no es un impedimento para formar una familia. Como tampoco resulta un impedimento no estar en pareja para acceder a la maternidad/paternidad.
Sin embargo, pese a que vivimos en una época en que el avance tecno-científico y la promulgación de leyes igualadoras de derechos permiten constituir una familia a quienes antes no podían lograrlo los mandatos socio-culturales siguen condicionando a algunos hombres y mujeres del siglo XXI y la infertilidad visibiliza esos mandatos. Las mujeres se sienten menos mujeres si no pueden ser madres cuando deciden serlo y los hombres asocian la infertilidad masculina con la impotencia. Ambos sufren por no poder cumplir con lo que se espera de ellos, el destino final de toda mujer que se precie de tal será la maternidad, dice el mandato. Para el hombre su destino final será proveer de hijos a su mujer y ser el sostenedor de la familia.
-¿Cuál es el rol del psicólogo en los casos de TRHA?
-El impacto del diagnóstico de infertilidad y el tratamiento médico de la infertilidad generan estrés, ansiedad, agotamiento, tristeza, desesperanza, aislamiento, sentimientos de culpa y enojo. En fin, producen un impacto importante en la vida íntima de los sujetos. En el caso de una pareja esto se ve reflejado en la sexualidad y en la capacidad para sobrellevar los efectos psicológicos y emocionales que causa el tratamiento. Además, cuanto mayor es el tiempo transcurrido en este proceso mayor es el nivel de frustración y de tensión en la pareja.
Para Domar, Zuttermeister y Friedman (1993); Antequera Jurado, Moreno-Rosset, Jenaro Río y Ávila Espada (2008) la infertilidad genera un elevado impacto emocional semejante a la de los pacientes de otras patologías como el cáncer. Este desajuste emocional que produce el diagnóstico es un proceso singular que afecta a ambos miembros de la pareja y se convierte en una crisis. En este proceso la intervención psicológica se centra en el aprendizaje de estrategias de afrontamiento nuevas y en la construcción de recursos que ayuden en el manejo de la incertidumbre y la frustración. Otro momento importante y en la que el psicólogo deberá intervenir es en el momento en que la persona o pareja debe confrontarse con la idea de no tener hijos biológicos, este momento resulta más disruptivo y ansiógino que el malestar de los tratamientos y suele asociarse con el tiempo de búsqueda y la edad. También el duelo y su elaboración es un punto crucial de la vida psíquica y, en este ámbito, el sujeto no termina de elaborar un duelo cuando debe iniciar el proceso de otro. Duelo por la imposibilidad biológica de ser padre (diagnóstico de infertilidad), duelo por la imposibilidad genética de ser padre (donación de gametos), duelo por la imposibilidad de gestar (Gestación por sustitución), duelo por un proyecto de familia que no fue (una vida sin hijos). En cada una de estas etapas la intervención psicológica es esencial y singular.
Finalmente, no sólo será tarea del psicólogo acompañar durante el proceso del tratamiento a quienes quieren ser padres. También deberá evaluar y asesorar a los donantes de ovocitos y de semen, a la gestante y a los futuros padres, tarea compleja si las hay.
Para ir cerrando es importante tener en cuenta que en este ámbito se requieren intervenciones muy puntuales. La demanda suele ser muy específica, no siempre hay demanda de tratamiento. Sobre todo si el psicólogo pertenece a un centro de reproducción asistida. Allí podrá ofrecerá orientación, apoyo psicológico, prevención y/o tratará cualquier alteración psicológica que se relacione con el ciclo reproductivo. No hay que olvidar que los psicólogos que trabajan en los centros de medicina reproductiva tienen sólo algunos encuentros con los usuarios de las técnicas. Por todo esto que brevemente puntué sobre el rol del psicólogo en las TRHA es que es fundamental hacer foco en la formación profesional del psicólogo con el objetivo de que adquiera las competencias profesionales específicas de este ámbito para desempeñar su quehacer profesional exitosamente.
Flavia Navés es Licenciada en Psicología, UBA. Maestranda y especialista en Tecnología Educativa, UBA. Psicóloga Orientada en Reproducción Humana y Fertilización Asistida (SAMeR). Miembro de la Comisión asesora en técnicas de reproducción humana asistida (CATRHA). Miembro del equipo de psicología y musicoterapia de CONCEBIR asociación civil. Premio a la investigación en Psicología. Categoría Estímulo. Trabajo premiado: La función clínica del derecho en el campo de la salud sexual y reproductiva (2017).