-¿Qué rol tiene la psicología política en los sujetos?
-El rol que tiene es el de estudiar los procesos sociales y su relación con los actores involucrados, en las que íntimamente están implicadas la política y la psicología. No obstante, la psicología política es transdisciplinaria, ya que incorpora la mirada de la historia, la economía, la epistemología, la filosofía y la sociología, entre otras.
Como disciplina, se encarga de estudiar las conductas políticas de los sujetos, los procesos sociales y políticos, la participación política, el liderazgo, la ciudadanía, los movimientos sociales, entre otros temas. Aborda, por tanto, la psicología de la política y estudia también la política de la psicología. En este último caso, se interesa por la ideología que trasuntan las macro teorías, analizando el tipo de sujeto que definen las mismas, las clasificaciones de salud/enfermedad mental, entendiendo que éstas son definiciones ideológicas, ya que responden a cosmovisiones del mundo, del hombre, de la ciencia, etc. Podemos afirmar, desde la psicología política, que lo psicológico es expresión de lo político ya los hombres surgen, nacen y se forman en un contexto social, que está determinado por unas variables políticas, que incluyen lo social, lo cultural, lo histórico, lo económico, la distribución del poder y de las riquezas que, a la vez, determinan subjetividades, es decir, que establecen que características de base van a estar atravesando a los sujetos, en un contexto histórico político.
-¿Qué temas se están debatiendo en Argentina en el campo de la psicología política?
-Principalmente los movimientos sociales, el rol del Estado, las políticas públicas, la nuevas formas de participación, las identidades sociales, la política latinoamericana, la relación entre Estado y ciudadanía, la represión política, las desigualdades, los temas de género y violencia, los derechos humanos, entre los más destacados.
-Teniendo en cuenta que fueron electas varias presidentas mujeres en Latinoamérica, ¿Cuál es la situación respecto del rol de la mujer en la política?
-Es muy importante e interesante. Le aporta una mirada particular, con un sesgo de género que enriquece a la política como práctica y como acción directa. Incorpora un equilibrio en la distribución y difusión del poder. Por otra parte, porque la mujer se ha ganado un espacio en la política a fuerza de luchas, donde los obstáculos principales eran los sujetos y su condición ideológica. En esto me refiero a la concepción patriarcal, que ha debido ser sorteada por las mujeres que se animaron a interpelar esa ideología. Nosotros encontramos en Argentina, por un lado, las mujeres que fueron negadas de la historia oficial, como Juana Azurduy, Mariquita Sánchez de Thompson, Encarnación Ezcurra, Elvira López, Elvira Rawson de Dellepiane, Cecilia Grierson, Alvina van Praet de Salas, Julieta Lantieri, Petrona Eyle. Entre las que no fueron negadas, pero sí muy discutidas, encontramos a Alicia Moreau, Eva Perón, las Madres y Abuelas de Plaza de Mayo, entre otras. Las luchas, por ejemplo, de las Madres y Abuelas de Plaza de Mayo, sirvieron para que no hubiera venganza hacia los sectores involucrados en la represión de la década del 70 y 80, ya que siempre sostuvieron la necesidad de la justicia. Y lograron, conjuntamente con otros organismos de derechos humanos y gran parte de la sociedad, que hubieran juicios a los represores y asesinos. Esa es una marca insoslayable en la historia reciente. Por otra parte, tanto en el caso de Cristina Fernández y Dilma Rousseff en Brasil, son cuadros políticos con una formación destacable. También debemos recordar el papel que tuvo Michel Bachelet en Chile como presidente, aunque la coyuntura que atravesó no le permitió realizar cambios profundos. No nos debemos olvidar, además, del papel de Laura Chinchilla, una politóloga experta en las áreas de justicia, policía y seguridad ciudadana, de las que fue ministra y que ganó las elecciones de febrero de 2010 en Costa Rica, convirtiéndose en la primera mujer presidenta de ese país.
-¿Qué factores determinan la participación o no ciudadana en la política?
-Son variados. Van a depender del nivel de compromiso político que se tenga, del nivel de información y de la actividad que se desarrolle. Por otra parte, hay que definir a qué llamamos participación política. Las nuevas formas de participación implican actividades que superan a la intervención en los partidos políticos. La participación en nuestro país es alta y determinó, en 2001, que la ciudadanía se expresara y derrumbara un gobierno títere, como el caso de De la Rúa. Esa inflexión marcó la tendencia, por la situación compleja que se dio, del devenir histórico en nuestro país y en Latinoamérica, que modificó el rumbo ideológico de la región. Ahora bien, la participación, a través de protestas, asambleas vecinales, piquetes, respondió a la pérdida de la ciudadanía en manos de los que pusieron al Estado al servicio del mercado. La reacción de la gente no sólo fue para recuperar al Estado, sino que se dio una confluencia a partir del reconocimiento de que se estaban perdiendo los derechos, por lo que había que recuperar la condición de ciudadano.
-¿Qué posibilidades de inserción laboral tiene una profesional dedicado a la psicología política?
-Variadas, aunque no suficientes. Se puede trabajar en diversas instituciones, tales como sindicatos, partidos políticos, organizaciones intermedias, en el Estado. También en la docencia y en la investigación. La actividad no es muy conocida ya que en las currículas de las carreras de psicología no se enseña psicología política, excepto en la UBA, en la universidad de Belgrano y en la universidad de San Luis, a pesar de que esta disciplina surge al mismo tiempo en que surge la psicología. Incluso es anterior a la psicología social.
Elio Rodolfo Parisí. Licenciado en Psicología (1990) y Doctor en Psicología (2002), ambas titulaciones por la Facultad de Ciencias de la Educación de la Universidad Nacional de San Luis (UNSL), Argentina. Ha tomado nueve cursos de posgrado en temáticas sociales, de derechos humanos y epistemología, tanto en universidades argentinas como españolas. Obtuvo dos becas, una para iniciarse en la investigación y otra para la realización de tesis doctoral. Actualmente es Profesor a cargo de la asignatura “Psicología Política”, profesor de “Psicología Social”, y de los cursos electivos “Psicología y Economía” e “Ideología, política y psicología” de la Licenciatura en Psicología de la UNSL. Es el creador, Director y Editor de la Revista Electrónica de Psicología Política, desde 2003 a la fecha. Ha sido socio fundador de la ONG “Psicólogos Sin Fronteras Argentina” y secretario de la misma (2000/2006).