Tapas y Contratapas

Toma en cuenta varios ejes que son de interés particular del autor.

Sobre todo el tema de la palabra, que tiene lugar a los primeros tres capítulos donde hay una noción nueva, el “Realenguaje”, es decir lo Real del lenguaje, en respuesta, tal vez a cierta asimilación de algunos psicoanalistas que relacionan el lenguaje con lo simbólico. Otro tema abordado es la extensión del psicoanálisis. Lo que Lacan denomina la facticidad en lo Real, las articulaciones de los registros de la experiencia, y a lo que el autor toma remitiéndolo a los campos de concentración.

“…y otros impromtus psicoanalíticos”, remite al término de la música, es decir, piezas breves y espontáneas del autor.


Lo que dice su contratapa:

"Reúno, en esta recopilación, una serie de "impromptus" cuyo impulso generador reconoce tanto la incitación espontánea a la escritura -inicialmente, de carácter breve- como el hecho de procesar el psicoanálisis a través de su cruza necesaria con disciplinas conexas, afines. Siguiendo la enseñanza lacaniana en ese sentido, he intentado aunar textos vertebrados tanto por el rigor de la investigación lógica como por el trabajo tributario de la técnica periodística.
En ese orden la secuencia Palabra, violencia, segregación -título de uno de los textos- señala un hito donde desembocan tanto lo referente al inexcusable papel de la palabra en la clínica y en la convivencia social, sus modos y sus límites, así como la presencia constante de la violencia y de la segregación -cuando no del genocidio- como datos envolventes de la actualidad. (Como bien lo sabemos en la Argentina). Y, es claro, se trata de indagar los eventuales nexos o exclusiones vigentes entre los tres términos en juego, pivoteando en derredor de lo Real del lenguaje, o Realenguaje.
Por otro lado, preciso los balizamientos indicativos de mi modalidad de conducir curas -en lo cual no ahorro aristas polémicas-, así como incluyo desarrollos atinentes al amor, al tiempo, al duelo, al sacrificio, a los presuntos trastornos de la personalidad, a la revisión de las posturas de los llamados revisionistas del psicoanálisis, a cuestiones artísticas, entre otros ítems. Puedo decir, en resumen, que este libro representa con nitidez mi posición y mi manera de concebir nuestra disciplina, pues sus despliegues plurales constituyen la decantación pertinente de un trabajo de muchos años. Éste es, entonces, su resultado actual, en aras de ir delineando progresivamente el psicoanálisis como caótico, post-joyceano, polifónico e "in-mundo"."

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Prólogo