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19 DE AGOSTO DE 2014 | DESCONOCIMIENTO DEL LÍMITE

Embriagarse y estar "enviagrado"

Me voy a referir a algunas cuestiones actuales de la "psicopatología de la vida cotidiana" en la sexualidad de adolescentes varones.

Por José Barrionuevo
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Que los límites entre la normalidad y la patología sean difíciles de definir hace que Freud otorgara especial importancia a olvidos de nombres propios, equivocaciones, fallidos y sueños para extender a la vida anímica "normal" sus descubrimientos sobre las neurosis. Pero no vamos a referirnos en este espacio a esos retornos de lo reprimido, que se encuentran comprendidos como "psicopatología de la vida cotidiana", sino que la expresión freudiana se utilizará en esta oportunidad para estudiar recursos o manifestaciones que suelen ser habituales o comunes ante exigencias del amor que, presentándose como "normales" inicialmente, como productos derivados del malestar en la cultura, pueden llegar a convertirse en "patologías del acto" en adolescentes varones.

Puede surgir como interrogante en quienes escuchen esta exposición, si lo referido a adolescentes no se hace extensivo también a adultos, y eso es válido, porque no tienen que quedar como exclusividad de la adolescencia ciertos movimientos que corresponden a expresiones de la subjetividad ante los límites que vivir en el seno de la cultura impone a todo aquel que quiera permanecer en ella.

Malestar en la cultura

Partimos de una afirmación sustancial: el malestar en la cultura es estructural, si bien hay diferentes estrategias para

intentar aliviarlo o evitarlo. Freud planteaba en "El malestar en la cultura" que el sufrimiento amenazaba al hombre por tres lugares:
1.el propio cuerpo.
2.desde el mundo exterior.
3.desde los vínculos con los otros seres humanos.
Y agrega que ante el sufrimiento se apelaba a ciertos recursos como maniobras frente a la enfermedad de la existencia humana sosteniendo textualmente en el escrito en el que se refiere a este tema:
"Para soportarla las hay quizá de tres especies: distracciones poderosas que nos hacen parecer pequeña nuestra miseria, satisfacciones sustitutivas que la reducen, narcóticos que nos tornan insensibles a ella".
Marca sin embargo el peligro que dichas sustituciones producen, y refiriéndose al consumo de drogas dice:
"Los hombres saben que con ese 'quitapenas' siempre podrán escapar al peso de la realidad, refugiándose en un mundo propio que ofrezca mejores condiciones para su sensibilidad. También se sabe que es precisamente esta cualidad de los estupefacientes la que entraña su peligro y su nocividad".
Quien consume drogas supone tener el manejo, saber usarla y poner límites a su consumo. Pero llega un momento, en la drogadicción propiamente dicha, en que esa muleta con la que el sujeto contaba y suponía manejar, y que le servía para paliar el malestar, se transforma en siniestra, en inmanejable, y termina siendo dominado por ella, queda como esclavo de la droga a la que en otro momento usaba a su arbitrio. Remarcamos que la intoxicación es un método que apunta a lo real, una operación real. Nada tiene de simbólico, no se intenta resolver el malestar desde el campo de la palabra.
Lo referido al refugio en las drogas también lo afirma Freud respecto del amor, otro recurso ante el malestar, en cuanto a las consecuencias que el sujeto no consideraba que pudiera tener al enamorarse, pues con la pérdida del objeto

amoroso lo que fuera un remedio puede transformarse en enfermedad misma pudiendo llegar a caer el sujeto en el extremo del duelo patológico.
En la actualidad, hay una tendencia que lleva a una respuesta única y globalizada, que tiende a, y promete, borrar diferencias al suponer poder obtener goce unitario e igual para todos. Lacan da el nombre de "discurso capitalista" a un quinto discurso, que agrega a sus cuatro discursos planteados originariamente, caracterizado por el rechazo de la castración. Al no reconocer lo imposible como un tope, se deja al sujeto sometido a un imperativo de goce sin límite al sostenerse que "todo se puede", llegándose al extremo de reemplazarse el "si querés podés", con el cual vende la publicidad capitalista, por un aun más peligroso: "lo querés, lo tenés", o "si podés, debés tenerlo", que deja al sujeto indefenso ante el goce por la exigencia implícita en la propuesta. Se unifica el goce al ofrecer la ciencia objetos "iguales" para todos y, como promesa, la sociedad de consumo sostiene la expectativa de que todos podrían gozar de lo mismo y en forma ilimitada. El problema es que el consumo frustra el deseo, se exige goce sin límite y en esa misma medida se va produciendo empobrecimiento de deseo.
La producción de esos objetos de consumo, de ofrecimiento y de recuperación de goce, es la herramienta del discurso capitalista para obturar la "no relación sexual", sugiere Lacan, y logra de esta forma, al forcluir la castración, el rodeo necesario ofrecido al neurótico para no hacer pasar su goce por los desfiladeros del significante. El goce específico colmado es el goce del Otro, con lo que este discurso permite recuperar un goce no fálico y fuera del registro simbólico. Freud, con la lucidez que lo caracterizara, reflexionaba muchos años atrás sobre el refuerzo de la ilusión en "El malestar en la cultura":"El hombre se ha convertido en una suerte de dios-prótesis, por así decir, verdaderamente grandioso cuando se coloca todos sus órganos auxiliares". Lacan retoma la idea de Freud sobre el hombre "Dios-prótesis" como dramática expresión con la que se refiere a la res

puesta ante las exigencias y ofertas seductoras entre las que el sujeto se mueve en la dimensión del capitalismo, y denomina "gadgets" a los objetos (que son artilugios, artefactos o mecanismos) que provee la ciencia para el bienestar del hombre y que permitirían colmar el goce del Otro, goce que en la topología nodal está opuesto al goce fálico, o sea que es un goce no sexual, goce parasexuado diría Lacan, ubicado entre R e I, entre lo real y lo imaginario, y por fuera y lejos del lenguaje, de lo simbólico.
La ciencia del capitalismo dice estar en condiciones de liberarnos de toda forma de sufrimiento. Si estas fuentes de sufrimiento nos enfrentaban a la castración, la sociedad moderna ofrece supuestas seguridad y confortabilidad cotidianas que venden la ilusión de poder librar de tales límites y sostener la omnipotencia narcisista instalando la convicción de que todo es posible, desde cuestionar el paso del tiempo sobre el propio cuerpo con cirugías que devuelven años, hasta no necesitar el encuentro con el otro para lograr placer sexual en tanto la masturbación como encierro autoerótico encontrará su máxima expresión en el logro del orgasmo a través del sexo virtual con sensores ubicados en diversas partes del cuerpo, o en el aislamiento que produce el consumo de algunas sustancias, sin lazo social.
Freud plantea en la tónica del lenguaje de su época algo que Lacan luego retomaría desde su lectura: que la sexualidad es inexorable, inevitablemente, traumática; y podemos agregar que la pregunta acerca del deseo del Otro, en términos lacanianos, produce un impacto de carácter traumático en tanto no existiría adecuación entre sexualidad y cultura, siendo imposible armonizar, al decir de Freud, las exigencias culturales y las de la pulsión sexual. A este imposible se enfrenta el sujeto adolescente, agregándose que al hacerse obsoletos o debilitarse los emblemas identificatorios, que sostenían el propio sentimiento de sí otrora, el duelo adquiere especial magnitud.

El malestar que la mujer constituye

Un problema para el hombre, uno de los malestares culturales, para el así denominado "varón" en la especie humana, es sin duda qué hacer y cómo manejarse con "las mujeres". "LA mujer no existe", afirmara Lacan. Pero dejemos esta definición para desarrollar en otra ocasión, y sigamos con el problema planteado que ha variado en su magnitud respecto de otros momentos históricos debido a los cambios en el lugar que ocupa "la mujer" en la actualidad, y los derechos y posiciones ganadas que la "equiparan" o hacen superar al hombre en muchos terrenos. El lugar de la mujer, de las mujeres, cambió, siendo aun más amenazadora su presencia en tanto ahora no esperan en cuestiones del amor, entre otras cosas, sino que deciden, invitan, proponen, y si bien puede suponerse que así el varón tiene menos trabajo otros problemas aparecen.
Se dirá que problemas también tienen las mujeres con los cambios a los que nos referimos, pero, como aclaré inicialmente, no me detendré en ello en esta oportunidad.
Es correcto, como decía Lacan en "Radiofonía y televisión" que "En el psicoanálisis (porque igualmente en lo inconciente) el hombre no sabe nada de la mujer, ni la mujer del hombre. En el falo se resume el punto del mito en que lo sexual se hace pasión del significante". Y agrega a su afirmación, en otro espacio: "La verdad verdadera es que entre hombres y mujeres las cosas no andan", Scilicet Nº6/7.
En el prefacio que Lacan escribiera para una obra de Frank Wedekind, "El despertar de la primavera", y que lleva ese mismo nombre, dedica unas líneas al encuentro del adolescente con la excitación sexual y con el partenaire, con el otro sexuado. Lacan dice a propósito de los adolescentes que comienzan a pensar en las chicas, que seguramente está todo el empuje hormonal que se quiera, pero ellos no pensarían sin el despertar de sus sueños, sin fantasías o ensoñaciones. Se refiere Lacan a aquello que Freud delimitó

con el nombre de "sexualidad" y afirma que hace "agujero en lo real" en dicho despertar, y agrega en la misma frase del citado escrito: "…es lo que se palpa en el hecho de que al nadie zafarse bien del asunto, nadie se preocupe más por él". Agreguemos que lo real de la pubertad también se encuentra en la aparición de los caracteres sexuales, específicamente aquellos que se llaman secundarios, es decir, la modificación de la imagen del cuerpo. Entonces, es en estos dos planos, el del cuerpo como objeto pulsional y el del cuerpo como imagen, que la pubertad viene a trastocar, a conmover al sujeto.
¿A qué se refiere Lacan cuando habla de lo real?, ¿qué significa que la sexualidad hace agujero en lo real?, y también, deja la irónica expresión respecto de que nadie se preocupa más por la misma!!!, ¿qué querrá decir con esto?

En lo referido a los primeros interrogantes, en un libro publicado como material de cátedra que lleva como título "Adolescencia y Juventud", me detuve a considerar aquello que Lacan define como lo real, y aquí, en forma sintética, podríamos decir que lo real sería "lo estrictamente impensable", comporta la exclusión de todo sentido. Lo real está supuesto en la no existencia de la "relación sexual" en tanto no hay nada pre-fijado o definido en cuestiones de amor, en el encuentro con el otro sexuado en el sujeto de la palabra tal como por lo contrario se presenta en los diversos ejemplares del reino animal, y es por esto que la sexualidad incide o hace agujero en lo real.
Remata Lacan su citada frase con la enigmática afirmación de que nadie zafaría bien "del asunto" y que "nadie se preocuparía" más por él, nada cierto,… por cierto.
Retomemos las reflexiones freudianas y lacanianas para abordar el problema que la mujer constituye para el hombre. Y específicamente lo que sucede en la adolescencia del varón ante el encuentro o en el intento de acercamiento a mujeres, si bien el paso del tiempo no hace desaparecer en el hombre tal preocupación ante el problema que ello constituye en tanto no existiría respuesta para el enigma del deseo de la mujer.
Todo el mundo sabe que si hay dos o más hombres reunidos alrededor de una mesa de café estarán hablando de mujeres, de fútbol, de política, de mujeres… y también, casi siempre, de mujeres…

"-¿Viste que todas las narigonas son tetonas?preguntó el Pitufo…
-No me jodasdudó Pedro.
-Andá a cagarse rio el Chelo
-Mi prima Antonia es narigona y es tetonacorroboró el Peruano"


Un rato antes de este diálogo el Flaco, un invitado, había sido presentado en la mesa del bar por el Negro y había encarado el tema del tejido social sin ninguna repercusión en el grupo, sino que otros temas circularon en el diálogo entre amigos.

-Chiquito pregunta si se puede mezclar el Viagra con el mate cocido.
-Me hace el efecto inverso, admitió…
¿No es un poco temprano para Viagra?trató el
Flaco de meterse en la conversación.
-No, son las ocho, dijo Ricardo-, yo en un rato me tengo que poner en funcionamiento.
-No, digo si no es temprano, por la edad de todos…"
…………………………………………………………..
Ya en el auto, el Flaco se quedó en silencio, y refiriéndose a lo sucedido en el bar dice:
"-A veces uno supone que… no sé… podrían tocar temas un poco más…
-Profundosrio Pedro.
-O al menos, serios.
-No sé, insistió el Flaco al menos intentar responder a los interrogantes del ser humano…

-La vida, la muerteenumeró Pedro-, la razón del
Ser, la eternidad…
-Sin llegar a eso. Pero…
-¿Sabés qué pasa, Flaco Pedro se puso serio -Nosotros ya pasamos por eso…
-¿Cómo ya pasaron?lo miró el Flaco
Claro… son temas que tenemos superados… Y se puede acceder entonces a lo trivial, a lo doméstico, a lo inmediato"


Son algunos fragmentos que marqué, para leerles, de "Mesa de los galanes" del libro "El rey de la milonga" de Roberto Fontanarrosa.

Sin embargo, discrepando con la afirmación del invitado a la mesa del cuento, no es un tema menor el de la mujer para el hombre, como así tampoco el haber tratado los temas serios implica no referirse más a ellos. Los temas mayores y menores van y vienen. Y el hecho de que retornen da cuenta de su importancia.
Marie Bonaparte consulta a Freud acerca de la afirmación de que "el hombre tiene miedo a la mujer", y Freud le contesta "¡Hace bien!", dando por supuesto que ello ocurre, reafirmando el creador del psicoanálisis que no es malo que exista el temor, aludiendo por cierto a los afectos que despierta la amenaza de castración. (Cita de Peter Gay en la biografía de Freud)
En un texto, "La cabeza de Medusa", que hace referencia a los temores ante el peligro de la castración afirma Freud: "La visión de la cabeza de Medusa petrifica de horror, transforma en piedra a quien la mira. Petrificarse significa la erección, consuelo del que mira. Es que él posee, no obstante, un pene, y se lo asegura por su petrificación", refiriendo el temor de la visión de la cabeza de medusa a que con sus tentáculos simbolizaría el vello pubiano que cubriría los genitales femeninos y haría velada alusión a la amenaza de castración, aclarando en otro texto que en realidad es al

juicio referido a la castración materna que estaría remitiendo y que produce el accionar de la desmentida como mecanismo de defensa.
En cuanto a los recursos que el hombre esgrime para protegerse de tal amenaza refiere Freud que exhibir el miembro masculino erecto serviría para provocar un "efecto apotropaico"… (su significado es alejar el mal o proteger de él o de los malos espíritus o de una acción mágica maligna). Enseñar el pene querría decir: "No te tengo miedo, te desafío, tengo un pene", o "¡Mirá lo que tengo!" diría el hombre en un decir sin palabras, blandiendo con sus manos, o con una si es suficiente, el miembro erecto como expresión de potencia protectora.
Es importante aclarar que la amenaza de castración puede no manifestarse en palabras o en actos, siendo en la mayoría de los casos deducciones o resignificaciones de situaciones vividas en la niñez. La cabeza de medusa, la exhibición de los genitales femeninos al hombre de los lobos, la amenaza verbal a Juanito en el historial freudiano… son expresiones privilegiadas desde la mitología y desde la clínica de las cuáles se vale Freud para dar cuenta de la teoría. Es importante aclarar que estamos hablando de castración simbólica. Y en cuanto a la amenaza que la visión de los genitales femeninos supone, ningún hombre medianamente normal siente temor ante éstos, al contrario, están buenos… en sus distintas presentaciones o variantes, con vello púbico recortado o no, o con depilación total,… no es terror, ni siquiera miedo, lo que puede despertar en el hombre su visión o su contacto a menos que tenga "problemitas" a resolver, u otro gusto en cuanto a elección de partenaire siendo posible en este caso encontrar indiferencia o ausencia de afecto pero habitualmente ni siquiera temor.
Reiteramos, la castración es pues simbólica. Piera Aulagnier plantea en "La violencia de la interpretación" que la angustia de castración puede manifestarse mediante enunciados diferentes, y que "el objeto cuya pérdida se teme puede no concernir en forma directa al órgano sexual". Podríamos afirmar que situaciones varias pueden estar simbolizando la castración, y que aquello que se teme perder puede ser de índole diversa.

Quedar sin palabras, sin recursos, expresión de la impotencia, de inferioridad… castración simbólica… no habla de otra cosa el psicoanálisis sino de esto cuando se refiere a castración.
Sabiendo cuál es la profesión de las mujeres de varios de mis amigos, disparo una afirmación: "…los maridos de psicólogas son todos unos maricones", como para "descomprimir" el ambiente!!! Contrariamente a una respuesta de rechazo y hasta agresiva, hay risas desde algunos y silencio en otros, mientras aceptan estos últimos mis palabras moviendo la cabeza asintiendo, con la mirada baja y los musculosos hombros caídos… jugando nerviosamente con los pies sobre el piso, y sin recordarme, como caballeros que son, la profesión de mi cónyuge.

Respecto del embriagarse o el beber circunstancial

Los adolescentes hacen la "previa" antes de entrar al boliche. Toman bebidas alcohólicas para estar mejor "de ánimo" y poder "encarar" a las chicas, suelen decir. La previa serviría para estar "entonados", se dice también, pero… ¿en qué tono? o ¿cuál es el tono? Embriagarse, emborracharse, es el recurso para enfrentar las dificultades que se supone pueden presentarse ante una mujer, como medio para soportar el malestar que ello supone, más allá de lo placentero que puede resultar beber.
En el beber circunstancial en festividades varias o en simples reuniones de amigos el vino o la cerveza suelen oficiar de facilitadores del acercamiento entre quienes circula, al producir rebajamiento de la censura a través de sus efectos embriagadores. Pero actualmente el aumento de consumo está enlazado a las condiciones del "discurso capitalista" al que nos referíamos anteriormente, porque está la exigencia de ya ir "entonado" al boliche, con "chispa", ya alegre a un lugar en el que se encontraría supuestamente diversión. Sin embargo no vamos a detenernos a ahondar en este último punto sino que recalcaremos la intencionalidad en el beber a la que se refieren adolescentes varones.
"Tomo para animarme...", o, "...nada mejor que una buena birra para poder hablarle a una mina, me salen solas las palabras...", como éstos o similares, son comentarios que suelen escucharse en algunos jóvenes al ser preguntados sobre por qué beben. "Porque con la pinta no alcanza, por eso cuando tomo soy Borges, Cortazar… me hablo todo, y me gano todas las minas que quiero", decía otro adolescente.
En muchas de estas frases hay referencias a obstáculos a salvar, pudiéndose pensar desde el psicoanálisis en la existencia de un esfuerzo identificatorio con aquel que se transformaría al beber. Beber para "animarse", para "levantar el espíritu". Que se llame a las bebidas alcohólicas de alta graduación: "espirituosas", son expresiones que merecen ser tenidas en cuenta y que remitirían a una pretendida "transformación" en un ánima o en un espíritu, en un "ser" que se encuentra más allá de lo humano, que puede traspasar todas las barreras que limita a un simple mortal.
Respecto de qué se entiende por "espítitu", para pensar en el poder que otorgan las "bebidas espirituosas", encontramos, consultando un diccionario de lengua castellana, la siguiente acepción: "Ser inmaterial...". "Don sobrenatural y gracia especial que suele dar Dios a algunas criaturas...". Y en cuanto al significado de "ánima": "… del griego ánemos: soplo,… alma que pena en el purgatorio", dice el moderno buscador de internet: "Se llama ánimas del purgatorio a las almas que ahí se encuentran, hay quien dice que es posible encomendarse a ellas y recibir favores", es decir que tienen poder, y van y vienen después de la muerte, y pueden ayudar en situaciones difíciles. Podríamos proponer, como lo trabajáramos en el libro de cátedra citado, que las bebidas espirituosas tendrían desde esta perspectiva la "virtud" de dotar a quien bebe de las fuerzas necesarias para triunfar sobre los límites materiales, al darle "ánimo". Esta operación supondría, desde lo inconciente, la pretensión de tener éxito en el esfuerzo por oponerse a la existencia de una realidad traumatizante o desquiciante, que cuestiona el propio sentimiento de sí, con la creación de un "doble" al que por proyección se adjudica la victoria sobre la muerte y a cuya imagen se supone poder transformarse al beber.

Freud afirma que el doble sería una formación oriunda de épocas primordiales, y que implicaría una lógica del sentimiento yoico en que no habría deslinde neto del mundo exterior, ni "del Otro", dice textualmente, con mayúscula inicial, recurso de la duplicación para protegerse del aniquilamiento, como "enérgica desmentida del poder de la muerte" que hunde sus raíces en la concepción del animismo que se caracteriza por llenar el mundo de espíritus humanos, la omnipotencia del pensamiento y la técnica de la magia basada en ella. En su escrito "Lo ominoso", Freud sostiene al respecto que serían: "...creaciones todas con las que el narcisismo se protegiera ante el inequívoco veto de la realidad".
Cuando se dice entonces, por ejemplo, que el vino "anima", o levanta el "espíritu", la expresión se estaría refiriendo al anhelo de lograr nuevas fuerzas allí donde el deseo vacila, sosteniendo vía identificación la representación de sí del sujeto acorde a un ánima, a un espíritu, a un otro de hablar fluido, de buen talante, animoso, emprendedor y arriesgado, en una transformación que el líquido facilitaría con sus efectos.

En cuanto al estar "enviagrado" o el seguro contra el desfallecimiento:

Decíamos hace unos minutos que la ciencia del capitalismo sostiene la promesa de librarnos de los malestares que el vivir impone. Y en esto se incluye el descubrimiento de la pastillita "mágica" contra la disfunción eréctil, el sildenafil, conocido comúnmente como viagra, utilizada no sólo en edad "avanzada" sino también consumida por jóvenes como garantía de éxito en el rendimiento sexual.
Hace unos meses, desde un programa periodístico radial, fui consultado sobre el creciente consumo de viagra en jóvenes. ¿Por qué, si por razones de edad, en términos normales, no sería necesario?, orientándose luego la pregunta hacia la estadística. Si ha aumentado, ¿en qué proporción? agregaba el periodista.
Desde el psicoanálisis el porcentaje no interesa demasiado, si bien es un fenómeno que puede observarse, tal como sucede con el consumo de bebidas alcohólicas, limitándose a experimentación o diversión o ante la exigencia que la circunstancia presenta, pudiendo sin embargo instalarse como patología del acto en el terreno de la sexualidad cuando el temor a la impotencia empuja al "enviagrarse", sistemáticamente, como "la" solución ante la temida detumescencia o la inhibición paralizante.
"… en un rato me tengo que poner en funcionamiento", decía uno de los galanes de la mesa de Fontanarrosa, cuando era claro que la pregunta del invitado sobre si no era "temprano" hacía referencia a "....la edad de todos".
Lo que el viagra garantiza es que no se produzca el desfallecimiento, sostiene el "…rechazo de la castración", podríamos decir, tomando expresiones de Lacan al referirse al discurso capitalista.
No se puede perder si se compra determinado objeto, asegura la publicidad del mercado, no se debe cortar la diversión, que siga la joda sin detenerse, que no se agote el movimiento, que no se termine la diversión…. Cada tema musical sigue al otro sin solución de continuidad en el boliche. El éxtasis, droga de diseño, garantizaría poder seguir el frenesí del bailar sin tregua. Una media "pepa" podría hacer "saltar toda la noche", sin cansarse, decía un paciente en entrevista, y puede hacer sentir además, un placer muy intenso en todo el cuerpo, "sin que nadie me toque…y eso que las minitas estaban lejos!!!" me decía, hablándome de los efectos del ácido.
Tomando la punta que deja el cuento citado anteriormente, el objetivo buscado con el viagra sería garantizar cumplir de manera óptima en el encuentro sexual, "me tengo que poner en funcionamiento" decía uno de los comensales del cuento, pero no sólo es hacer funcionar "la máquina" sino además que eso no se corte, que el funcionamiento se mantenga. En nuestra sociedad de consumo el hombre tiene que estar preparado porque si no responde "el amigo de abajo" es señal de debilidad, de ser poco hombre. Por eso, estar "al palo" muestra la potencia. "Palo" equivaldría a falo imaginario. Sin erección el pene no sería falo y, en tanto estructura opositiva falo castración, la contrapartida del reaseguro ante la posesión del atributo fálico se encuentra presente en el horror a su pérdida, como cara y cruz de una moneda. Petrificado, decía el texto de Freud anteriormente citado sobre la cabeza de medusa, haciendo alusión al efecto apotropaico que se lograría al exhibir el pene firme, duro, enhiesto, defendiéndose de tal forma ante la amenaza de castración, recordemos, castración simbólica, que puede expresarse en este caso concretamente en no lograr la erección y también en el bajón, en la detumescencia prematura.
Siempre erecto el miembro, el pecho afuera… como preparado para un enfrentamiento o para la guerra, porque el riesgo está expresado en que se pierde si decae la potencia . Con viagra, produciéndose un fenómeno de disociación mente cuerpo, la erección y el goce estarían garantizados no dejando lugar a ningún temor en tanto el medicamento provoca, ante el más leve roce o estímulo, que el tejido esponjoso de los cuerpos cavernosos del órgano genital se llenen de sangre produciendo y manteniendo la esperada erección al expandirse aumentando el diámetro y la longitud del pene, permitiendo "zafar" bien del "asunto" a partir de la acción de la droga sin tener que ver para nada el sujeto con tal resultado. "Todo bien" es la exigencia del discurso capitalista, que "todo" esté bien, en "todo", y en las "contiendas" del amor menos aun se admiten caídas que cuestionen la ilusión de omnipotencia narcisista.
Si bien no hay publicidad en medios de comunicación, no estando autorizada en muchos países para no estimular el consumo del producto, el viagra es muy conocido incluso por su color que, se dice, no me consta, es azul o violeta. Pfizer, una de las compañías farmacéuticas que lo produce, tentó para su campaña al ex futbolista Pelé quien, aclarando, como todo hombre lo hace, que si bien él no lo necesita podría llegar a usarlo de tener en algún momento problema de disfunción eréctil…!!!
Elizabeth Roudinesco dice en "¿Por qué el psicoanálisis?": "El poder de la ideología medicamentosa es tal que cuando pretende restituir al hombre los atributos de su virilidad, provoca un revuelo. Así, el sujeto que se cree impotente tomará Viagra para poner fin a su angustia, sin saber jamás a qué causalidad psíquica obedece su síntoma…"
La ciencia acude con el viagra en procura de sostener la potencia con una erección asegurada con tiempo de inicio y de finalización de cobertura certificada en prospecto adjunto. El problema es que el sujeto no se cuestiona sobre el por qué de sus dificultades cuando se instala el estar "enviagrado" no ya como síntoma, tal como con el embriagarse o beber circunstancial también puede suceder, sino como "la" solución al problema de la castración y sostiene con la erección petrificante gracias a la droga el desconocimiento del desfallecer.


José Barrionuevo. Dr. en Psicología UBA. Psicoanalista. Especialista en Problemática Drogas (CEA. UBA) Profesor Regular Adj. a cargo de la materia "Adolescencia" (Cat. 1) de la Facultad de Psicología UBA.
Profesor Titular de Psicopatología de la Carrera de Psicología del Instituto Universitario Fundación Barceló. Docente de Posgrado en la Facultad de Psicología UBA. Investigador categorizado UBACyT. Coordinador del Equipo de Adolescencia del Hospital Italiano de Bs. As. Autor, entre sus últimos libros, de: "Adolescencia y juventud", editorial EUDEBA, "Drogadicción", Gabas editorial, "La angustia en la clínica con adolescentes", editorial EUDEBA, "Adolescencia. Clínica psicoanalítica institucional", editorial del Hospital Italiano, "Juventud y actual modernidad", editorial EUDEBA. "Temas básicos de Psicopatología", Gabas editorial.."Clínica con niños y adolescentes", publicado por Fundación Barceló.


Desgrabación de ponencia en Mesa Redonda del "IV Congreso Internacional de Investigación y Práctica en Psicología". Facultad de Psicología UBA, Bs. As. noviembre de 2012.

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